Cuatro mitos y realidades acerca de las descargas ilegales en la Unión Europea
1. Una metodología burda y no científica de la industria de entrenimiento de EE.UU.
Es manifiestamente falso relacionar directamente el número de descargas “pirata” con la pérdida de empleos para la industria en Europa. Refleja una metodología científicamente defectuosa utilizada por la industria de cine de EE.UU: que ya ha sido desacreditada por serios estudios realizados desde las ciencias sociales (vea http://arstechnica.com/tech-policy/news/2008/10/dodgy-digits-behind-the-war-on-piracy.ars). Es intelectualmente deshonesto el sumar simplemente el valor de todas las descargas electrónicas y traducir automáticamente esta suma en un supuesto número escandaloso de puestos de trabajo perdidos. Los estudios realizados durante tres años en siete países del “Social Science Research Center” de Nueva York (ssrc.org) muestran que estas afirmaciones de la industría son sencillamente manipuladoras y falsas, por no tener en cuenta un análisis objetivo y complejo sobre el consumo y la economía en su conjunto.
2. L@os consumidor@s reorientan el gasto hacia otros productos, a menudo socialmente más útiles, como el acceder a las actuaciones en directo y a otros productos culturales
La “piratería” digital desplaza al consumo económico sin causar una pérdida neta a la economía. El dinero se gasta en cambio, en otras áreas como pueden ser la vivienda, los alimentos y los servicios en lugar de comprar CDs. Los gastos alternativos podrían crear más empleos, más productivos, y socialmente valiosos, que el gasto en productos de entretenimiento digital. Incluso menos gasto en CDs muchas veces puede significar más gasto en conciertos en directo o en el teatro, lo que beneficia más directamente a los creadores culturales y a los intérpretes europeos.
3. Las descargas digitales pueden aumentar el consumo cultural dentro de Europa porque el 80% del cine y software en la UE se importa de EE.UU
Cualquier estudio del impacto sobre las descargas digitales debe de tener en cuenta que la gran mayoría del material de cine y del software es importado de los EE.UU. Incluso es posible afirmar que la desviación de este gasto hacia otros productos, en general fabricados en la UE, tiene un beneficio neto para la economía de la UE y para la creación de puestos de trabajo. Un estudio reciente del Gobierno neerlandés sugiere que la “piratería” de música tiene un claro impacto positivo neto sobre el bienestar económico en los Países Bajos.
4. Hay que buscar alternativas al modelo de negocio dominante en la industría de ocio que hoy está en crisis
La “piratería” digital supone un verdadero reto para un modelo de negocio desfasado y no adaptado a la actual era digital. Estas industrias tienen la responsabilidad de reconvertir sus propios negocios a una nueva realidad y no deben intentar cambiar la realidad digital mediante draconianos cambios legislativos y medidas policiales represivas. Nos urgen buscar unos nuevos modelos de negocio y de bienes culturales que sean compatibles con los derechos fundamentales, sensibles hacia las necesidades de la ciudadanía, y a favor de la innovación y creatividad cultural.
David Hammerstein
Diálogo Transatlántico de Consumidores